domingo, 31 de julio de 2011

IMPENETRABLE

Lista para la travesía. Es posible que ni yo lo sepa pero he estado trenzando velas demasiado tiempo en la vigilia del libro de visitas (aviso a navegantes: construyan una corriente a mi favor, me dejaré ir mansamente. El silencio me hará libre). Quedo abierta al mar abierto. Me llevo la tiniebla como cuaderno de bitácora. Ya basta de llorarme en la aridez de la aurora, de lanzar la red con un señuelo impostor de fluorescencia . Hay un hueco en mi cuerpo que pide ser completado de verdades. Después, la marea obedecerá a su obligado despliegue . Que se lleve lo que quiera, pero que deje un limo de plenitudes, una rúbrica cincelada de instantes con patente de corso. Qué peso éste el del vacío que espera. Penétrenme y hagan su trabajo que yo daré cuenta de las pérdidas. Solicito clemencia a los querubines, los serafines y los informes condenatorios. Quiero romper el ciclo universal del desencanto. Somos agua al fin a al cabo. Respiremos en nuestro original principio porque sólo la verdad es soberana. Las olas perdonarán los cantos de sirena.