lunes, 18 de junio de 2012



No eleves aún tu decreto sobre lo confuso
Oh ángel que vives en mí
No me obligues sin voluntad a sucumbir
Al plumón molinillo que el viento aloja
en carcoma de sombra tras la vértebra enajenada
Ven alienígena tenaz de invertida muerte
Poséeme

Mas aparta tu psique feroz y nocturna
De la lumbre que  ha de acabarse reposada

Ante el atormentado ocaso
Que no hay entrega más celestial
Que saberte inmortal y endemoniadamente
Preso en mí, amado mío
Oh ángel que gobiernas oculto y sigiloso

 En mi difunto tránsito


(Imagen © Mónica Ezquerra, de la serie "La Figura del Ècorchè")