De sándalo y miel
íbamos desnudos
Yo te escuchaba y tú
cantabas
Vencido a mi piel en
el delirio
Son las 12. Oscuro e
inmoral
Un espíritu llega y
de su lengua
Dispara una flecha de
cianuro
Ni la noche indulta en
su silencio
A un ángel
tristemente dominado
El viento, sí