(A Shiro Dani por su
irradiación)
Cordel herido entre las piernas: Anunciación no consumada.
Ni tú ni yo. Crí. Escribamos otro principio. Pero la Belleza. Crí. No temas
a la turbación inquieta del deseo. Estamos amparados por el recuerdo inviolable de los fósiles. Crí. Que no nos venza esta incertidumbre como tormenta de heno. Crí. Tanta sed de rocío en la piel. Respira ahora. Florece para mí. Sólo eso.
Cri. Tú, el lejano. Mas escucho tu voz . He aquí la mía. Crí, crí, crí…sólo
los grillos saben cómo mueren y resucitan los almendros.
(Imagen original de Carmen Collado.
Shiro Dani: http://poemas-efimeros.blogspot.com.es/)